JUAN CARRASCO ¡READMITIDO!
¡Victoria histórica del sindicalismo de clase, combativo
y democrático!

democrático que defendemos
desde esta sección sindical.
Pero Serunion, no cejando en su actitud
antisindical y de vulneración de los derechos fundamentales de
los trabajadores, despidió
en el año 2013 por segunda vez al compañero. El objetivo de Serunion, como del resto de empresas, es el engordar sus beneficios cueste
lo que cueste.
Sin justificación ninguna
y con la excusa de la crisis, ese año la empresa nos planteó un chantaje a plantilla: 15 despidos o un ERTE. En la asamblea
que mantuvimos los trabajadores el compañero Juan
Carrasco intervino explicando que esta multinacional estaba obteniendo millones
de beneficio, que en la propia página web de esta empresa se demuestra cómo Serunión obtiene
año tras año abultados
beneficios, aumentando su cartera de pedidos,
aumentando su volumen de negocios y también el
número de clientes y comensales, por lo que estaban totalmente injustificados tanto los 15 despidos como el ERTE y por lo tanto no podíamos aceptar
tales planes de la empresa. También
planteó que estando unidos todos los sindicatos, el Comité y toda la plantilla frente a la agresión de la empresa,
haciendo huelga si era necesario, podríamos detener esta agresión patronal y defender
nuestros derechos laborales y
el pan de nuestros hijos. Así también se manifestó por escrito en una octavilla informativa a toda la plantilla repartida por nuestro sindicato CGT.
Tan sólo 10 días después de esta intervención en la asamblea y al siguiente de haber repartido la hoja
informativa, la empresa procedió al despido fulminante del compañero cuando se disponía
a entrar en su puesto de trabajo.
En este segundo
despido
la empresa
utilizaba como
arma la reforma laboral
del Partido Popular “despido por cuestiones
económicas, organizativas y productivas” es
decir despido objetivo. Pero una vez más los sindicalistas que estamos al pie de tajo defendiendo nuestros derechos y el de nuestros compañeros mantuvimos nuevamente
una campaña
combativa donde se repartieron
cientos de hojas, donde se recogieron cientos
de resoluciones
de sindicalistas, de organizaciones políticas
y sindicales, de dirigentes obreros, de plataformas ciudadanas, de comités de
empresa, de ciudadanos particulares mostrando su repulsa
a la actuación de la empresa y en apoyo a nuestro compañero. No nos cabe duda que sin esta campaña
sindical combativa,
de clase y democrática no hubiésemos obtenido el triunfo judicial
sobre la empresa, y por supuesto, gracias a las miles de personas
que apoyaron al compañero y mostraron
su repulsa. El juez ha vuelto a sentenciar despido nulo y de la exigencia
de reincorporación
del compañero en su puesto de trabajo. Condenando de nuevo a la empresa Serunion por sus prácticas anti sindicales contra los derechos fundamentales de los trabajadores.
Todo esto
ha demostrado de forma clara y patente que
el quedarnos callados, no reclamar
nuestros derechos,
agachar la cabeza y resignarnos no garantiza mantener nuestros puestos de trabajo, ni nuestras condiciones laborales, todo lo contrario.
En este contexto de crisis económica del capitalismo la lucha es el único camino. Ejemplos de que SÍ SE PUEDE como el de Juan lo hemos visto también en la Plataforma contra los desahucios, en la lucha de los
trabajadores de Coca Cola, en la Marea Blanca en Madrid
paralizando la privatización de la sanidad
pública y en muchas otras luchas de trabajadores. Toda la plantilla de Serunión
tenemos que ser conscientes que los planes
de la empresa en última instancia es la de obtener beneficios
sin importar las consecuencias para nuestras familias,
y para esto necesita meternos miedo a
la plantilla e introducir la división entre los trabajadores. Por lo
tanto la actitud de cruzarnos
de brazos y esperar es nuestro
peor enemigo, por esto hacemos un llamamiento a todos los trabajadores y
trabajadoras de Serunion
a la organización y afiliación a CGT para podernos defender ante los planes que la empresa pretende
imponernos.
Planes que pasan por empeorar nuestras condiciones laborales, rebajar nuestros salarios
y despedir a
su antojo. Si los trabajadores y trabajadoras damos este paso de
organizarnos y
afiliarnos a
CGT, la empresa lo tendrá muy difícil a la hora de volver a recortar nuestros derechos laborales o a despedir
a cualquier trabajador. Por todo esto compañeros y compañeras, organicemos
el sindicato que necesitamos los trabajadores, entre todos y todas.
¡SÍ SE PUEDE!